martes, 13 de enero de 2009

Nuestros hijos, hijas e Internet



Hemos estado ojeando o navegando por la Red y esta noticia nos ha parecido importante, como madres de família que somos la mayoría de nosotras.


La navegación por la red tiene importantes efectos positivos como las interrelaciones con personas de diversas culturas y diferentes países, así como la gran información que se puede obtener de infinidad de cosas a través de Internet. Por lo que podemos decir que el problema está en la persona, es decir, en el modo en el que ésta utilice la red y en cómo le afecta a su conducta.Los padres deben enseñar a sus hijos a utilizar la red y a moderar el tiempo que pasan conectados. Veamos a continuación una serie de sugerencias:

- Tener al menos unas nociones de manejo de Internet. Un gran problema al que se enfrentan algunos padres es la falta de conocimientos que poseen con respecto a manejo de Internet, por lo que consideran que no pueden saber qué hacen sus hijos en la red. Lo ideal sería manejar el ordenador al mismo nivel que nuestros hijos. En caso contrario, no debemos desistir y tratar de observar lo que aparece en la pantalla de vez en cuando y controlarles el tiempo que pasan conectados.
- Utilizar todos los medios de protección que existen actualmente y estar continuamente actualizándolos. - Enseñarle a protejer su intimidad. Enseñar a nuestro hijo que cuando está chateando no debe pedir ni dar ningún dato personal ni familiar que pueda identificarlo: número de teléfono, dirección...debemos prevenirle de los riesgos de la red.
- Tener el ordenador en una zona común. No debemos poner el ordenador en la habitación de nuestro hijo. Tampoco se debe permitir que navegue por Internet cuando no haya en casa un adulto responsable.

jueves, 8 de enero de 2009

Allá donde estes: Papá


Lamentablemente, mi padre dejó este mundo el pasado 22 de Diciembre los 73 años de edad,. Su pérdida ha supuesto una auténtica conmoción para la familia. Vivía con la mujer a la que adoraba, mi madre. Ni ella, ni mis hermanos ni yo encontramos consuelo para el inmenso dolor que nos ha producido su marcha.
De repente se han apagado los sueños, se han extinguido las risas, se ha escapado la ilusión, se nos ha cansado el alma. Ahora, un silencio triste y gris se ha adueñado de todo. Un silencio que a veces se rasga por los llantos amargos e inconsolables de cuantos dejaste en este lugar extraño e inhóspito desde que tú no estás. Si supieras lo que daría por poder mirar un instante más tu cara amable y decirte lo orgullosa que estoy de ti, lo bien que me sonaba en tu boca la palabra hija, lo imprescindible que eres ennuestro andar: mujer, hijos nietos.... Si supieras, hombre de mi vida, lo que necesito hacerte saber. Has sido el faro firme que ha iluminado mi camino, que el vacío tan inmenso que siento ahora lo compensará el amor infinito que derramaste sobre mí y que a pesar del dolor tan insoportable que me volvería a suponer tu pérdida, sin dudarlo viviría mi vida una y mil veces para tenerte otra vez como padre.
Trini.